lunes, 24 de octubre de 2011

Autosprint, Alberto Sabbatini: ¿Vale la pena perseguir un sueño?

DAN E MARCO: NE VALE LA PENA?
Alberto Sabbatini

Una vez fue el 'mayo negro'. Todo pasaba en ese mes. La muerte de Ayrton, la de Gilles y la de Elio. El drama de Bettega y Toivonen. Ahora, es esta semana de octubre la que pasará a formar parte de la historia de las carreras. Una semana trágica de final de temporada, cuando las carreras están a punto de terminar y ya no hay suspense porque los campeonatos ya tienen dueño, se ha convertido en la semana negra del deporte del motor. Tanto para las dos como para las cuatro ruedas. Primero, Dan Wheldon, después, Marco Simoncelli. Dos campeones en las antípodas uno del otro. Uno, inglés, cordial, comedido. El otro, italiano, poco convencional e irreverente. Los dos arrancados a sus seres queridos, a sus aficionados. Dos tragedias que nos han hecho llorar y odiar, durante unos momentos, las carreras. Por convertirse a veces en crueles y despiadadas.

Automovilismo y motociclismo juntos ante la tragedia a pocos dias de diferencia. Incluso en los mensajes de condolencia. Mark Webber, sin duda el más sensible entre los pilotos de F1, gran aficionado a las motos, fue el primero que, poco antes de pasar una hora tras la muerte de Simoncelli, expresó sus condolencias por "Sic" vía Twitter. Y fue también de los primeros en hacerlo por Wheldon apenas bajaba del avión que le llevó a Sidney desde Corea, recordando con nostalgia los dias que pasaron juntos durante 1995 y 1996. Y como él, Jenson Button, Heikki Kovalainen y Mario Andretti.

Pero ahora, mientras recordamos estas dos tragedias, nos hacemos esa pregunta que de vez en cuando se nos pasa por la cabeza: ¿vale la pena? Dan ganas de contestar que no al ver las lágrimas de la esposa de Wheldon, y las del padre y la novia de Simoncelli. Pero la verdadera pregunta que hemos de hacernos es: ¿vale la pena perseguir un sueño?, ¿vale la pena dedicarse por completo a una pasión que hace a tu corazón latir con fuerza y llena tu vida? Y entonces, la respuesta es sí.

Hemos de asumir que el riesgo es inherente a los deportes del motor. Los pilotos lo saben muy bien. Aunque la seguridad haya dado pasos de gigante en los últimos años, el peligro, en un deporte donde la constante es la velocidad, nunca podrá anularse del todo. Este sentimiento nos lleva a decir que, en homenaje a su memoria, es necesario mejorar las medidas de seguridad en los deportes del motor siempre que sea posible, pero no hay que negar que el peligro está ahí, que existe. Y menos aún ceder al sensacionalismo como han hecho algunos al escribir -juzguen ustedes si por ignorancia, hipocresía o mala fe- artículos vergonzosos en los que se daba a entender que Wheldon tomó riesgos excesivos cegado por un premio millonario. Atrocidades que chocan con el gran ejemplo de coraje que nos ofrecen los deportes del motor.

De las grandes tragedias surgen grandes enseñanzas para que un suceso fatal no se repita. Tras el accidente de Senna, se introdujeron cables de retención en las ruedas de los F1 para evitar que los neumáticos golpeasen la cabeza del piloto. Tras lo de
Wendlinger en Montecarlo, nacieron los 'collares' de protección alrededor del 'cockpit'. El despegue fatal de un monoplaza podrá ser evitado en la IndyCar a partir del próximo año gracias al carenado de las ruedas traseras que estaba desarrollando Dallara antes de la tragedia de Wheldon.

Desde nuestra profunda tristeza, debemos recordar que Dan y Marco se han ido haciendo aquello que amaban. Renegar de los valores del deporte del motor equivale a ofender su memoria.

Foto: osgeraldinos.com.br
Texto: autosprint, cavallinotr@ducción

6 comentarios:

  1. Hola Cavallino:
    Por supuesto que vale la pena

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  2. Estamos de acuerdo. Vale la pena perseguir un sueño. Siempre. Y aguantar y no rendirte, y hacer lo que te hace feliz.

    ¡Saludos, jaume!

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  3. Buenas,

    está claro que merece la pena luchar por un sueño, hay que pelear por su consecución. Claro que todos los pilotos tienen presente el riesgo que eso tiene (y ahí tiene que estar la autoridad competente para establecer medidas de seguridad), pero también es ese punto de riesgo el que le pone esa emoción al deporte, la que lo hace diferente de otros deportes, la que arrastra tantos fans. Lamentablemente, hay veces en las ocurren accidentes. Hay que seguir trabajando por y para la seguridad de los pilotos (aunque parece que esto solo se hace cuando ocurre una desgracia).

    Un saludo.

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  4. una lástima perder a dos deportistas así, pero murieron haciendo lo que más les gusta.. a recordarlos con alegría, saludos

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  5. ¡Hola, Three-Wide!

    He visitado tu blog. No he podido comentar (¿?) Sé muy poco sobre la NASCAR, sé que en ella está ahora Juan Pablo Montoya y poco más. Sobre Oriol Serviá sé algo más: me encantan sus cascos, jeje, y que ahora está en la IndyCar, competición que seguí durante una temporada o dos principalmente por saber qué tal les iba a las chicas: Danica Patrick y Milka Duno. 'Three-Wide' me ha gustado y volveré a visitarlo. Además, lo añado entre mis favoritos.

    Sobre si vale la pena perseguir un sueño, yo también creo que sí. No puedes dejarlo escapar, has de correr tras él. El deporte del motor lleva implícito un riesgo muy grande, y quienes lo practican lo asumen, pero siempre es muy triste cuando alguien se deja la vida en un circuito, llega muy dentro. Dan Wheldon era para mí un desconocido, pero Marco Simoncelli, no. Él era peculiar, distinto, muy único, muy inconfundible, y me ha impactado mucho su muerte. Pasará tiempo hasta que se me pase esta sensación de congoja. Hoy veía imágenes de su padre, de la llegada del féretro a Italia, de los homenajes de sus seguidores... Y me he emocionado. Pobrecillo. Consuela que se haya ido haciendo lo que amaba, eso es un lujo que sólo pueden permitirse unos pocos.

    La verdadera competición debería ser subirte a una moto o a un coche como te pille, y ya está. Como cuando Fangio, que iban en camisa y con un casco 'esmirriao'... Pero no, la seguridad necesita ser mejorada siempre, lo que ocurre es que, confiando en que hay mayor seguridad, quizás los riesgos que se corren sean mayores. No lo sé. Eso es lo que me pregunto.

    Bienvenido a 'el 5'.

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  6. Estarán presentes siempre. Inolvidables.

    ¡Saludos, silf1!

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