domingo, 19 de febrero de 2012

Sid Watkins: "Gilles en un coche de calle era aterrador"


El más temerario de todo este grupo (se refiere a pilotos de los 70) fue el as canadiense Gilles Villeneuve. Cuando nos conocimos, me expresó su deseo de no llegar nunca a necesitarme profesionalmente. Recordaba estas palabras aquél día de 1982 en Zolder cuando me dirigía hacia el lugar de su trágico accidente en los últimos instantes de los entrenos clasificatorios. Una vez tuve la mala suerte de encontrármelo en la entrada del hotel en Sao Paulo y de que se ofreciera a llevarme hasta Interlagos. Su mujer estaba con él, así es que, cuando llegamos al coche que había alquilado, me fui a sentar en el asiento trasero, pero ella insistió en que me sentara delante. Gilles en un coche de calle era aterrador, y cuando me giré para hablar con su mujer no la vi, se había ido escurriendo hasta el suelo. Me dijo que eso era normal en ella y pronto descubrí el porqué.

Gilles creía en la “teoría del hueco”, esto es, que siempre había un espacio en el que se podía meter cuando estaba a punto de chocar a gran velocidad. Ignoró todos los semáforos en rojo, apartando generosamente a golpes a coches aparcados y farolas, hablando contínuamente y sin relajarse ni tener un momento de duda en medio del tráfico. ¡Cuando llegamos al circuito me preguntó si quería que me llevara de vuelta después! La noche del domingo de aquél fin de semana me pidió si me importaría coger el coche que él había alquilado y devolverlo por él en el aeropuerto. Me monté en aquellos restos machacados y me encontré que el coche no tenía ya embrague, así que dejé las llaves en la recepción del hotel y cogí un taxi. Su pericia a los mandos del helicóptero, según me explicó Trevor Rowe, por entonces secretario de la GPDA, era bastante similar, a menudo despegando con la aguja del combustible a cero, y volando alrededor de cables y postes eléctricos con frío aplomo.

Después de un serio accidente durante la primera vuelta en Ste. Devote, en Mónaco, en 1980, en el cual se vieron involucrados Daly, Jarier y Giacomelli, mi coche, conducido por Jacky Ickx, se vio bloqueado por unos momentos. En consecuencia, cuando aún estábamos finalizando la sección de la piscina, los líderes y el resto del grupo llegaban en su segunda vuelta. Ickx detuvo el coche y todos los monoplazas pasaron por nuestro lado, dejando un margen razonable – todos excepto Villeneuve. Él simplemente pasó por la trazada más corta posible, sin desperdiciar ni un centímetro ni una milésima de segundo.

Texto: cronicasf1.com
Fotos: racingang.com, motorhistoria.blogspot.com, ddavid.com

3 comentarios:

  1. Estimada Cavallino,
    Ese fue el carácter que hizo de un piloto que nunca fue campeón el más recordado y añorado. Y como muy bien sabes todos los tifosis exigen (desean) que sus pilotos rojos sean como el canadiense ¿Entiendes porque muchos ancianos siguen prefiriendo a un señor bajito francófono que nunca ganó a otro que fue campeón cinco veces? Cuestión de carácter.
    Saludos y nos leemos

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Primo! Quant de temps...

      Sí, sabía que los tifosi adoran a Gilles, y que Il Commendatore sentía una predilección especial hacia él. En los noventa, cuando la F1 todavía no me decía nada, me encantaba Jacques Villeneuve, su hijo, le veía guapísimooooo, jajajaja...

      En serio, he leído algo sobre Gilles Villeneuve, y me he hecho una idea muy clara de él: corría, corría, corría, y después, corría. Arnoux dijo algo como que sus duelos con él eran limpios y honestos, si no recuerdo mal.

      Me da rabia habérmelo perdido...

      Jeje, yo también prefiero a Gilles antes que al Kaiser, pero cuando llegué a las carreras, Schumacher era el rey, y eso es difícil de olvidar. Entonces pensaba que era un crack, lo más, me daba hasta miedo, jeje... Cuando se acercaba a Fernando y ambos estaban fuera de sus coches, creía que le soltaría una yoya, como ya hizo con Senna, ¿no? O le insultó o algo.

      Saludos y nos leemos.

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  2. Siempre al limite así era Gilles, no importaba que fuera lider en la ultima vuelta de Monaco o en los libres bajo un aguacero.
    Por eso nunca se le olvidará.

    Saludos.

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